lunes, 11 de marzo de 2019

Final para las picaduras de mosquitos

Un equipo de científicos estadounidenses ha identificado sustancias capaces de reducir la sed de sangre de los mosquitos. Estos compuestos engañan a los insectos y les hacen creer que han saciado su furioso apetito y disminuyen así sus ansias de picar. Los expertos sugieren que esta nueva estrategia podría suponer un antes y un después en la prevención de enfermedades infecciosas transmitidas por estos vectores.
La mala fama de los mosquitos no se debe únicamente al insufrible ruido que producen cerca de tu oreja antes de dormir, ni a el ardor después de haber padecido una de sus picaduras. Estos insectos, además, son vectores que pueden transmitir enfermedades infecciosas como el dengue, la malaria o la fiebre amarilla.
La mayor carga de estas enfermedades afecta a las poblaciones más empobrecidas pues, generalmente, se encuentran en zonas tropicales con un clima cálido y húmedo, ideal para la reproducción y el desarrollo de estos animales.
Investigadores de la Universidad de Rockefeller (EE UU) han encontrado ahora una posible solución a la trasmisión de estas infecciones a través de los mosquitos. Su estudio, publicado en la revista Cell, propone el uso de sustancias para inducir una sensación de ‘empacho en los insectos, bloqueando así su interés en atacar nuevas víctimas para saciar su sed de sangre.

Fármacos para controlar la sed de sangre

Los expertos plantearon la hipótesis de que ciertas hormonas eran responsables de la atracción de los mosquitos hacia los humanos y que, tras alimentarse, había ‘algo’ que mermaba la apetencia, anulado así el efecto de estas hormonas.
Por esta razón, Vosshall y su equipo centraron su estudio en entender estos mecanismos que regulan el hambre y la saciedad en la especie Aedes aegypti, conocida por ser el principal vector de los virus que causan el dengue. La hembra de Ae. aegypti se alimenta de sangre humana con el fin de nutrir a sus huevos que aún están en crecimiento. Al engendrar generaciones de crías dispares, este mosquito necesita alimentarse en varias ocasiones a lo largo de toda su vida.
 Al administrar a los mosquitos el fármaco que actuaba sobre el receptor, se mostraron indiferentes ante las hormonas humanas o el olor de la sangre.
Imagen obtenida de:http://www.rtve.es/noticias/20170705/mas-750000-personas-mueren-cada-ano-culpa-mosquitos/1576180.shtml

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